1. Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos;
2. si prestas oído a la sabiduría y te entregas a la inteligencia;
3. si clamas por inteligencia y discernimiento,
4. si los buscas como si fuera plata o un tesoro escondido,
5. entonces comprenderás lo que es honrar al SEÑOR y encontrarás el conocimiento de Dios.
6. Porque el SEÑOR concede sabiduría; de su boca fluyen conocimiento y ciencia.
7. El SEÑOR ayuda y protege a los que viven con rectitud y justicia.
8. Él cuida el sendero de los justos y protege a aquellos que le son fieles.
9. Entonces comprenderás lo que es recto y justo, y sabrás tomar la decisión correcta cada vez que lo necesites.
10. La sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría.
11. La prudencia te cuidará y la inteligencia te mantendrá a salvo.