21. Clama por la calle principal, a la entrada de la ciudad:
22. «Jóvenes inexpertos, ¿hasta cuándo disfrutarán su inexperiencia, sus burlas y despreciarán el conocimiento?
23. Escuchen mis correcciones y yo les abriré mi corazón, para que conozcan mis pensamientos.
24. Repetidamente los he llamado y no quieren venir; les he tendido mi mano pero no me hacen caso.