5. Esto es lo que el SEÑOR dice contra los falsos profetas, los que descarrían a este pueblo: «Ustedes le anuncian la paz a quienes les dan de comer, pero a quienes no les dan nada, les anuncian la guerra.
6. Por eso, la oscuridad caerá sobre ustedes y los dejará sin visiones; tendrán tapado el entendimiento y no recibirán ningún mensaje de Dios».
7. Esos profetas y adivinos quedarán en ridículo, serán el hazmerreír de todos; no tendrán nada que decir, pues Dios no les dará mensajes.
8. En cambio, yo estoy lleno de poder, de justicia y de fuerza. Estoy lleno del Espíritu del SEÑOR para denunciar sin temor todas las maldades y la desobediencia de Israel.
9. Escuchen esto, líderes de Israel, que odian la justicia y tuercen las intenciones y las obras justas,
10. que llenan a Jerusalén, que es la ciudad del monte Sión, de crímenes y actos injustos.
11. Los jueces son corruptos, pues reciben dinero para juzgar a favor de los ricos; los sacerdotes enseñan sólo si se les paga, y los falsos profetas le ponen precio a sus mensajes. Y como si esto fuera poco, mal usan el nombre del SEÑOR, diciendo: «¡El SEÑOR está entre nosotros! ¡Ningún mal nos puede acontecer!»