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Malaquías 2:1-12 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. »Oigan, ustedes sacerdotes, esta advertencia: Si no cambian su conducta y le dan la importancia que merece mi gran fama, yo enviaré un castigo terrible sobre ustedes, y en vez de darles bendición, como me gustaría hacerlo, me volveré contra ustedes con toda clase de males. Por cierto, ya los he maldecido, porque ustedes no han tomado en serio las cosas que para mí son importantes, dice el SEÑOR.

3. »Tengan en cuenta que cortaré su descendencia y arrojaré contra sus rostros los excrementos de estos animales que me ofrecen, y los echaré a ustedes fuera como si fueran basura.

4. Entonces al fin sabrán que fui yo quien les dio la advertencia de que debían vivir guiándose en las instrucciones que di a su padre Leví. Lo digo yo, el SEÑOR todopoderoso.

5. El propósito del convenio que hice con él era proporcionarle una vida próspera y paz. Le di mis instrucciones para que aprendiera a respetarme, y él me obedeció y tuvo en muy alta estima mi gran fama.

6. Él dio a conocer al pueblo todas las enseñanzas verdaderas que yo le había dado. Nunca intentó engañar a la gente; caminó de acuerdo a mi voluntad y consejos, vivió una vida buena y practicando la justicia, e hizo que muchos abandonaran su vida de maldad.

7. »Los sacerdotes deberían encargarse de dar a conocer al pueblo mis instrucciones, y estar siempre dispuestos a enseñar las cosas buenas que yo quiero mi pueblo realice. ¡Ellos son los mensajeros del SEÑOR todopoderoso!

8. Pero ustedes en realidad han hecho lo contrario, con sus malos consejos y ejemplos han hecho que muchos se descarríen y hagan muchas cosas malas. Ustedes han hecho que el convenio que hice con Leví no valga nada. Lo digo yo, el SEÑOR todopoderoso.

9. Por eso yo los he hecho despreciables a los ojos de todo el pueblo, porque no me han obedecido, y no han aplicado la ley en forma equitativa para todos».

10. ¿Acaso no tenemos todos un mismo padre? ¿No fuimos todos creados por el mismo Dios? Sin embargo, hemos actuado deslealmente unos con otros, pues no le damos la mínima atención al convenio que hicieron nuestros antepasados con el SEÑOR.

11. En Judá, en Israel y en Jerusalén hay traición, porque los hombres de Judá han contaminado el santo templo del SEÑOR que él tanto ama, al haberse ellos casado con mujeres paganas que adoran ídolos.

12. ¡Ojalá el SEÑOR todopoderoso expulse de su pueblo hasta el último hombre que haya hecho esto, así sea alguien que crea muy santo y le presenta ofrendas!

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