25. Los hombres de Siquem pusieron emboscada contra Abimelec en el camino que va hacia la cumbre de la montaña (mientras esperaban que él llegara, asaltaban a cualquiera que pasara por allí). Pero alguien advirtió a Abimelec acerca de este complot:
26. En eso Gaal, hijo de Ebed, se mudó a Siquem con sus hermanos y la gente puso en él su confianza
27. a tal grado que salieron a vendimiar sus viñas. Luego pisaron las uvas y celebraron la fiesta de la cosecha en el templo de un dios local. El vino corría libremente y todos empezaron a maldecir a Abimelec.
28. —¿Quién es Abimelec? —gritaba Gaal—. ¿Por qué ha de ser nuestro rey? ¿Por qué hemos de ser sus siervos? Él y su amigo Zebul debieran ser nuestros esclavos. ¡Abajo Abimelec! Corónenme rey y verán lo que ocurre a Abimelec. Le diré a Abimelec: "Toma tu ejército y peleemos".
30. Cuando Zebul, el alcalde de la ciudad, oyó lo que decía Gaal, se enfureció,
31. y envió mensajeros a Abimelec en Aruma diciéndole: "Gaal, hijo de Ebed, y sus parientes han venido a vivir en Siquem y ahora están incitando a la ciudad para que se rebele en tu contra.
32. Ven esta noche con un ejército y escóndete en los campos,
33. y en la mañana, en cuanto haya aclarado, ataca a la ciudad. Cuando él y los que están con él salgan en contra tuya, podrás hacer con ellos lo que quieras".
34. Abimelec y sus hombres se pusieron en marcha durante la noche y se dividieron en cuatro grupos, que se distribuyeron alrededor de la ciudad.