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Jueces 19:20-30 Nueva Biblia al Día (NBD)

20. —No se preocupen —dijo el anciano—, vengan a mi casa. No deben pasar la noche en la plaza. Es muy peligroso.

21. Y dicho y hecho, los llevó a casa consigo, les dio forraje a los burros mientras ellos descansaban, y luego cenaron juntos.

22. Estaban comenzando a alegrarse, cuando rodeó la casa una pandilla de pervertidos sexuales y comenzaron a golpear la puerta y a pedir al anciano que sacara al hombre que estaba con él para violarlo.

23. El anciano salió y habló con ellos.—No, hermanos míos. No hagan tal perversidad —les rogó—, porque es mi huésped.

24. Tomen a mi hija virgen y a la esposa de este hombre. Yo las sacaré y pueden hacer con ellas lo que quieran, pero no toquen a este hombre.

25. Pero no quisieron oírle. Entonces el levita empujó a su mujer hacia afuera, y ellos abusaron de ella toda la noche, violándola por turnos hasta la mañana. Al fin, al amanecer la dejaron ir.

26. Ella se desplomó en la entrada de la casa y quedó allí hasta que aclaró.

27. Cuando el hombre abrió la puerta para seguir su camino, la encontró caída frente a la puerta con las manos agarrando el umbral.

28. —Bueno, vamos —le dijo—. Pongámonos en marcha.Pero no recibió respuesta, pues ella estaba muerta. Él la cargó entonces sobre el burro y se fue a su casa. Llegado allí tomó un cuchillo y cortó el cuerpo en doce partes y envió una parte a cada una de las tribus de Israel.

30. No se había visto un crimen similar desde que Israel salió de Egipto —decían todos—. Tenemos que hacer algo.

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