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Jueces 13:11-24 Nueva Biblia al Día (NBD)

11. Manoa corrió con su esposa y le preguntó:—¿Eres tú la persona que le habló a mi esposa el otro día?—Sí —le respondió—. Yo soy.

12. Entonces Manoa le preguntó: —¿Cómo hemos de criar al niño cuando nazca?

13. Y el Ángel le contestó:—Que tu esposa observe lo siguiente:

14. No comerá ni uvas ni pasas, ni beberá vino ni cerveza, ni comerá nada que sea considerado inmundo para un judío.

15. —Permítenos que te preparemos algo de comer —le dijo Manoa al Ángel.

16. —Me quedaré —le contestó el Ángel—, pero no voy a comer nada. Si deseas ofrecerme algo, ofrécelo en sacrificio al Señor.Manoa no sabía todavía que aquél era el Ángel del Señor

17. y le preguntó cómo se llamaba.—Cuando todo esto se cumpla y el niño nazca —le dijo al Ángel—, queremos decir a todo el mundo que tú lo predijiste, y así te mostremos nuestra gratitud.

18. —No me preguntes mi nombre —le respondió el Ángel—, porque es un secreto.

19. Entonces Manoa tomó un cabrito y una ofrenda de granos y la presentó como sacrificio al Señor; y el Ángel hizo algo extraño y maravilloso:

20. Cuando las llamas del altar ascendieron con sus lenguas hacia el cielo, y ante los ojos atónitos de Manoa y su esposa, el Ángel ascendió en la columna de fuego. Manoa y su esposa se postraron rostro en tierra,

21. y eso fue lo último que vieron de él. Manoa comprendió finalmente que había sido el Ángel de Jehová.

22. —Moriremos —lloraba Manoa junto a su esposa—. Hemos visto a Dios.

23. Pero la esposa le dijo:—Si Jehová quisiera matarnos, no habría aceptado nuestro holocausto y no se habría presentado, ni nos habría dicho las cosas maravillosas que nos ha dicho y no habría hecho estos milagros.

24. Cuando nació el hijo, le pusieron Sansón, y Jehová lo bendijo mientras crecía,

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