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Jueces 11:27-36 Nueva Biblia al Día (NBD)

27. Así que yo no he pecado contra ti; más bien tú me has provocado viniendo a hacerme la guerra. Pero Jehová el juez pronto mostrará quién de nosotros tiene la razón, si Israel o Amón.

28. El rey de Amón no prestó atención al mensaje de Jefté.

29. En aquel tiempo el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté y guió sus ejércitos a través de la tierra de Galaad y Manasés, más allá de Mizpa en Galaad, y atacó al ejército de Amón.

30-31. Mientras tanto, Jefté había hecho voto delante de Jehová, que si Dios ayudaba a los israelitas a vencer a los amonitas, él volvería a su casa en paz, y que la primera persona que saliera a recibirlo sería sacrificada en holocausto a Jehová.

32. Jefté condujo su ejército contra los amonitas y Jehová le dio la victoria.

33. Destruyó a los amonitas con una terrible matanza a lo largo de todo el camino entre Aroer y Minit, incluyendo veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas. Los amonitas fueron subyugados por el pueblo de Israel.

34. Cuando Jefté regresó a su casa, su hija, su única hija, corrió a su encuentro tocando el tamboril y danzando de alegría.

35. Cuando él la vio rasgó su ropa con angustia.—¡Ay, hija mía! —exclamó—. Tú me has abatido hasta el polvo. Porque he hecho voto delante de Jehová y no puedo retractarme.

36. —Padre —le dijo ella—, debes hacer lo que has prometido a Jehová, porque Él te ha dado una gran victoria sobre tus enemigos los amonitas.

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