6. Dios el SEÑOR hizo que creciera rápidamente una calabacera, la cual extendió sus hojas sobre la cabeza de Jonás, haciéndole sombra. Esto hizo que Jonás se sintiera muy cómodo y contento.
7. Pero Dios también preparó un gusano. A la mañana siguiente el gusano picó la calabacera, y ésta se marchitó y se secó.
8. Cuando el sol salió, Dios ordenó que soplara un viento muy caliente. Debido al intenso calor, Jonás estuvo a punto de desmayarse, y deseó la muerte. Así que exclamó: «¡Mejor sería estar muerto que sufrir este padecimiento!»
9. —¿Crees que es justo que te enojes tanto porque se secó la planta?, le preguntó Dios a Jonás.—¡Claro que sí es justo!, respondió Jonás. ¡Es tanta la rabia que tengo, que prefiero la muerte!
10. Entonces el SEÑOR le dijo:—Sientes lástima porque fue destruida la planta que te daba sombra, aunque tú no trabajaste en ella y, que de todos modos, es de corta vida.
11. Y ¿por qué no iba yo a tener lástima de la gran ciudad de Nínive, con sus ciento veinte mil habitantes que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, y de todo su ganado?