Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Job 39:10-28 Nueva Biblia al Día (NBD)

10. ¿Puedes arar con el buey salvaje? ¿Querrá él arar con tu arado?

11. Por su mucha fuerza, ¿confiarás en él? ¿Dejarás que decida dónde trabajar?

12. ¿Podrás enviarlo a acarrear el trigo de la era?

13. »La hembra del avestruz aletea airosamente, pero ¿hay acaso amor maternal en su plumaje?

14. Pone los huevos a ras de tierra para que se calienten en el polvo.

15. Olvida que alguien puede aplastarlos con el pie, o que los animales salvajes pueden destruirlos.

16. Se desentiende de sus polluelos como si no fueran sus hijos y no le importa si mueren,

17. porque Dios no le ha dado sabiduría.

18. Pero si de correr se trata, es más veloz que el caballo y su jinete.

19. »¿Fuiste tú quien dio al caballo su fortaleza o coronó su cuello de ondeante crin?

20. ¿Le diste tú la capacidad de saltar como la langosta? ¡Su majestuoso relincho es digno de escucharse!

21-23. Golpea la tierra con su casco y se regocija en su vigor, y cuando va a la guerra no se arredra aunque las flechas y las fulgurantes espadas y jabalinas le golpeen el costado.

24. En frenética carrera devora las distancias; al toque de trompeta no es posible refrenarlo.

25. Al oír el clarín relincha: “¡Ea!” De lejos olfatea la batalla. Se alegra con el clamor de la pelea y el rugido de las órdenes del capitán.

26. »¿Sabes cómo se remonta el halcón y tiende sus alas hacia el sur?

27. ¿Es por orden tuya que el águila se eleva sobre los riscos para hacer su nido?

28. Vive sobre los riscos, y hace su casa en la fortaleza de la montaña.

Leer capítulo completo Job 39