9. él se toma el trabajo de indicarles la razón; lo que hayan hecho de malo o en qué se han portado altivamente.
10. Les ayuda a escuchar su instrucción para que se aparten de su pecado.
11. Si lo escuchan y obedecen, serán bendecidos con dicha y prosperidad toda su vida.
12. Si no lo escuchan, perecerán en batalla y morirán por su falta de sensatez.
13. »Pero los impíos cosechan la ira de Dios. Ni siquiera se vuelven a él cuando los castiga.
14. Mueren en su juventud, luego de vivir disipada y depravadamente.
15. A los que sufren, Dios los libra mediante el sufrimiento; en su aflicción, los consuela.
16. »¡Cómo ansiaba él atraerte y apartarte del peligro para llevarte a un extenso y agradable valle en donde hacerte prosperar!
17. Pero estás demasiado preocupado con tus imaginarias quejas contra el prójimo.
18. ¡Cuidado! No dejes que tu ira contra el prójimo te lleve a burlarte de Dios. No permitas que tus sufrimientos te amarguen en contra del único que puede librarte.