2. «Mi respuesta es aún hoy amarga, pues mi castigo es mucho más grave de lo que mi falta merece.
3. ¡Si supiera yo dónde hallar a Dios, para acudir a su trono y hablar con él allí!
4-5. Le expondría mi causa, y escucharía su respuesta y comprendería lo que desea.
6. ¿Querría él simplemente anonadarme con su grandeza? No, él escucharía compasivamente.
7. Los hombres justos y honrados podrían discutir con él, y ser absueltos por mi juez.