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Job 15:15-35 Nueva Biblia al Día (NBD)

15. ¡Vaya! ¡Dios no confía ni siquiera en los ángeles! ¡Ni siquiera los cielos pueden ser absolutamente puros comparados con él!

16. ¡Cuánto menos uno como tú, corrupto y pecaminoso, que bebe el pecado como agua!

17-19. »Escúchame, y te responderé por experiencia propia, confirmada con la experiencia de los sabios varones que recibieron esto de sus padres, nuestros antepasados, los únicos a quienes se les dio la tierra.

20. El hombre impío anda siempre atribulado en su vida.

21. Está cercado de terrores, y si tiene días buenos, pronto se le desvanecen.

22. No se atreve a salir en la oscuridad, por miedo a que lo maten.

23-24. Anda errante mendigando alimento. Vive en el temor, la zozobra y la angustia. Sus enemigos lo vencen como un rey que derrota a sus enemigos. Protegiéndose con escudo de latón, alza el puño contra Dios, desafiando al Todopoderoso, atacándolo neciamente.

27-28. »Este perverso hombre está gordo y rico, y ha vivido en ciudades conquistadas luego de matar a sus habitantes. Pero no será siempre rico ni continuará extendiendo sus posesiones.

30. No; las tinieblas lo envolverán para siempre; el aliento de Dios lo destruirá; el fuego consumirá cuanto posee.

31. Que ya no confíe en vanas riquezas; que no se engañe más, pues el dinero en que confía será su única recompensa.

32. Antes que muera, toda esa insignificancia le saltará a la vista. Porque todo lo que constituía su seguridad, desaparecerá,

33. y caerá en tierra como uva marchita. ¡Qué poca sustancia darán sus esperanzas!

34. Porque los impíos son estériles: no logran producir nada realmente bueno. El fuego de Dios los consume junto con todas sus posesiones.

35. Lo único que pueden concebir es pecado; su corazón sólo da a luz maldad».

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