13. »Pero la sabiduría y el poder verdaderos pertenecen a Dios. Sólo él sabe lo que debemos hacer; él entiende.
14. ¡Y cuán grande es su poder! Lo que él destruye no puede reedificarse. Cuando él acorrala a un hombre, no hay escapatoria.
15. Retiene la lluvia, y la tierra se vuelve un desierto; envía las tormentas, y se inunda el suelo.
16. Sí, suyas son la fortaleza y la sabiduría. Tanto los engañadores como los engañados son esclavos suyos.
17. Pone en ridículo a los consejeros y a los jueces.
18. Convierte a los reyes en esclavos y libera a sus siervos.
19. Los sacerdotes son llevados como esclavos. Derriba a los poderosos.
20. Quita la voz a los oradores y la visión a los jefes ancianos.
21. Derrama desprecio sobre los príncipes y debilita a los poderosos.
22. Inunda de luz las tinieblas y descubre las sombras más profundas.
23. Exalta a una nación y luego la destruye. La engrandece, y luego la reduce a la nada.
24-25. Quita el entendimiento a reyes y presidentes, y los deja errantes, perdidos y a tientas, sin luz que los guíe».