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Jeremías 51:43-59 Nueva Biblia al Día (NBD)

43. Sus ciudades están en ruinas; es tierra desierta donde nadie habita, por donde ni siquiera pasan los viajeros.

44. Yo castigaré a Bel, el dios de Babilonia, y le sacaré de la boca lo que ha devorado. Ya las naciones no acudirán a rendirle homenaje; ha caído la muralla que protegías a Babilonia.

45. ¡Pueblo mío, huye de Babilonia, sálvate de la tremenda cólera del SEÑOR!

46. Pero no se llenen de pánico ante las primeras noticias de que el enemigo se acerca, porque año tras año habrá olas de rumores. Luego habrá guerra civil entre los gobernadores del reino de Babilonia.

47. Porque se acerca sin pausa el día en que castigaré a esta gran ciudad y a todos sus ídolos. Sus muertos yacerán en las calles.

48. El cielo y la tierra se alegrarán cuando del norte vengan ejércitos destructores contra Babilonia, dice el SEÑOR.

49. Tal como Babilonia mató al pueblo de Israel, así tiene que ser muerta ella.

50. ¡Adelante, los que escaparon a las heridas de las espadas! ¡No se queden para mirar; huyan mientras sea tiempo! ¡Acuérdense del SEÑOR y vuelvan a la lejana Jerusalén!

51. «Estamos llenos de vergüenza porque el templo del SEÑOR ha sido profanado por extranjeros de Babilonia».

52. Sí, dice el SEÑOR, pero ya les llegó la hora a los ídolos de Babilonia. Por todo el país se oirá gemir a los heridos.

53. Aunque Babilonia fuera tan poderosa como el cielo, aunque aumentara su fortaleza sin medida, morirá, destruida por los ejércitos enemigos que le enviaré, dice el SEÑOR.

54. ¡Atención! ¡Oigan el clamor de gran destrucción que se oye desde Babilonia, la tierra que gobiernan los caldeos!

55. Porque el SEÑOR está destruyendo a Babilonia; ya no se escucha la fuerte voz de ella, y ahora las olas rugientes la ahogan.

56. Los ejércitos destructores enemigos llegan y matan a sus valientes; todas sus armas se les rompen a los babilonios en las manos, porque el SEÑOR es buen pagador y le da a Babilonia su merecido.

57. Yo embriagaré a sus príncipes, sabios, gobernantes, capitanes y guerreros. ¡Caerán dormidos para no despertar más!, dice el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.

58. Porque las gruesas murallas que protegen Babilonia serán arrasadas, e incendiadas las altas puertas de su ciudad. En vano trabajaron constructores de muchos países: ¡su obra será consumida por las llamas!

59. En el cuarto año del reinado de Sedequías le fue dado a Jeremías este mensaje para Seraías, hijo de Nerías, nieto de Maseías, referente a la captura de Seraías y a su destierro junto con Sedequías, rey de Judá. (Seraías era intendente del ejército de Sedequías.)

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