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Jeremías 44:1-19 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Este es el mensaje que Jeremías recibió del SEÑOR respecto a todos los israelitas que vivían en el norte de Egipto en las ciudades de Migdol, Tafnes y Menfis, y por todo el sur de Egipto también.

2-3. El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Ustedes vieron lo que les hice a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá. Como consecuencia de sus actos de maldad yacen ahora en ruinas y cenizas, sin persona viva. Pues mi cólera se descargó contra ellas porque adoraron a otros dioses, «dioses» que ni ellos ni ustedes ni ninguno de sus antepasados conoció jamás.

4. Una y otra vez envié a mis siervos los profetas a protestar y a suplicarles que no cometieran este horrible acto que yo detesto,

5. pero no quisieron oír ni abandonar sus malas acciones, sino que han continuado rindiéndole honores a esos «dioses».

6. Así es que hicieron hervir mi cólera y mi furia, las que solté contra ustedes y las ciudades de Judá y las calles de Jerusalén como si fueran fuego, de modo que por eso allí hay desolación hasta el día de hoy.

7. Y ahora el SEÑOR, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel, les pregunta: ¿Por qué se dañan tanto a sí mismos? ¡Porque si siguen obrando tan mal ninguno de ustedes vivirá: ni un solo hombre, mujer, niño o niña entre los que han venido acá desde Judá, ni siquiera los niños de brazos!

8. Porque están provocando mi cólera con los ídolos que han hecho y adorado allí en Egipto, ofreciéndoles agradables perfumes y provocándome a que los aniquile y los convierta en maldición y motivo de burla de todas las naciones de la tierra.

9. ¿Han olvidado las malas acciones que cometieron sus antepasados, y las maldades de los reyes y las reinas de Judá, y los suyos propios, y las de sus esposas en Judá y Jerusalén?

10. Y hasta la hora presente no han presentado excusa; nadie ha querido volverse a mí, o seguir las instrucciones que di a ustedes y a sus antepasados.

11. Por lo tanto el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: ¡Mi atención está puesta en ustedes y estoy planeando la manera de castigarlos!

12. ¡Tomaré a este remanente de Judá que insistió en venir acá a Egipto y los consumiré como hace el fuego! ¡Caerán aquí en Egipto, muertos por el hambre y las heridas de las espadas; todos morirán, desde el más pequeño al más grande! Serán despreciados y odiados, maldecidos y detestados.

13. Los castigaré en Egipto como los castigué en Jerusalén, mediante las heridas de las espadas, el hambre y la enfermedad.

14. Ni uno de ellos escapará a mi cólera excepto los que se arrepientan de haber venido y huyan de los demás para volver a su propio país.

15. Entonces todas las mujeres que estaban presentes y los hombres que sabían que sus esposas habían ofrecido agradables perfumes en honor a los ídolos (era una gran multitud de todos los judíos en el sur de Egipto) respondieron a Jeremías:

16. «¡No vamos a escuchar los falsos mensajes que dices de parte del SEÑOR!

17. Haremos lo que se nos antoje. Ofreceremos perfumes agradables en honor a la Reina del Cielo y le sacrificaremos cuanto nos plazca, igual que lo hicimos nosotros y nuestros antepasados, y nuestros reyes y príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén; porque en aquellos días teníamos abundancia de alimentos y estábamos bien acomodados y felices.

18. Pero desde que dejamos de ofrecer perfumes agradables en honor a la Reina del Cielo y dejamos de rendirle homenaje, hemos estado en gran tribulación y hemos sido destruidos por las heridas de espada y el hambre.

19. »Además —añadieron las mujeres—, ¿piensas que le rendíamos homenaje a la Reina del Cielo y le derramábamos bebidas en señal de reconocimiento y le hacíamos tortas en que grabábamos su imagen, sin que nuestros maridos lo supieran y nos ayudaran? ¡Claro que no!»

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