1. Pero cuando Sefatías, hijo de Matán, Guedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, oyeron lo que Jeremías le había estado diciendo al pueblo,
2. que cuantos permanecieran en Jerusalén morirían por herida de espada o de hambre o enfermedad, pero que los que se rindieran a los babilonios vivirían,
3. y que la ciudad de Jerusalén sería inevitablemente conquistada por el rey de Babilonia,
4. fueron al rey y le dijeron:—Señor, hay que matar a este hombre. Ese modo de hablar minará la moral de los pocos soldados que nos quedan, y del resto del pueblo. Este hombre es un traidor.