Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Jeremías 37:5-14 Nueva Biblia al Día (NBD)

5. Cuando el ejército del faraón Hofra apareció en la frontera sur de Judá para ayudar a la sitiada ciudad de Jerusalén, el ejército babilonio se retiró de Jerusalén para hacer frente a los egipcios.

6. Entonces el SEÑOR envió este mensaje a Jeremías:

7. El Señor, el Dios de Israel, dice: Dile al rey de Judá que envió a preguntarme qué va a ocurrir, que el ejército del faraón, aunque vino acá para ayudarte, está a punto de volverse huyendo a Egipto. Los babilonios derrotarán a los egipcios y los harán regresar corriendo a su país.

8. Esos babilonios tomarán esta ciudad, la incendiarán y la dejarán convertida en cenizas.

9. No te hagas la ilusión de que los babilonios se han retirado definitivamente. ¡No es así!

10. Aunque destruyeras a todo el ejército babilónico, aunque sólo quedara un puñado de sobrevivientes que yacieran heridos en sus tiendas, aún así saldrían tambaleantes de sus tiendas, te derrotarían y prenderían fuego a esta ciudad.

11. Cuando el ejército babilónico se apartó de Jerusalén para entrar en batalla con el ejército del faraón,

12. Jeremías intentó salir de la ciudad rumbo a la tierra de Benjamín para ver la propiedad que había comprado.

13. Pero cuando salía por la llamada Puerta de Benjamín un centinela lo detuvo como traidor, acusándolo de querer pasarse al lado de los babilonios. El centinela que lo detuvo era Irías, hijo de Selemías, nieto de Jananías.

14. —¡No es cierto!, dijo Jeremías. ¡No tengo la menor intención de hacer tal cosa! Pero Irías no le hizo caso; llevó a Jeremías ante los funcionarios de la ciudad.

Leer capítulo completo Jeremías 37