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Jeremías 36:11-27 Nueva Biblia al Día (NBD)

11. Cuando Micaías, hijo de Guemarías, hijo de Safán, oyó los mensajes del SEÑOR,

12. bajó al palacio, al salón de conferencias en donde estaban reunidos los encargados de la administración. Elisama (el escriba) estaba allí, así como Delaias, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de Acbor, Guemarías, hijo de Safán, Sedequías, hijo de Ananías, y todos los demás que tenían cargos administrativos semejantes.

13. Cuando Micaías les contó acerca de los mensajes que Baruc estaba leyéndole al pueblo,

14-15. los dignatarios enviaron a Yehudi, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, a pedirle a Baruc que viniera a leerles a ellos también los mensajes, y Baruc lo hizo.

16. Cuando terminó, estaban llenos de temor.—Tenemos que contárselo al rey, dijeron.

17. Pero primero, dinos cómo obtuviste estos mensajes.

18. Entonces Baruc les explicó que Jeremías se los había dictado palabra por palabra, y él los había escrito con tinta en el rollo.

19. —Escóndanse tú y Jeremías, le dijeron los dignatarios a Baruc. ¡No le digan a nadie dónde están!

20. Luego los dignatarios ocultaron el rollo en el cuarto de Elisama el escriba y fueron a hablarle al rey.

21. El rey envió a Yehudi que trajera el rollo. Yehudi lo trajo del cuarto de Elisama el escriba y se lo leyó al rey mientras todos los dignatarios se mantenían de pie.

22. El rey estaba por entonces en un aposento de invierno en el palacio, sentado al frente de un gran brasero con fuego, porque era diciembre y hacía frío.

23. Y cada vez que Yehudi terminaba de leer tres o cuatro columnas, el rey tomaba su cuchillo, cortaba la sección del rollo y la arrojaba al fuego, hasta que se consumió todo el rollo.

24-25. Y nadie protestó, sino Elnatán, Delaías y Guemarías. Suplicaron al rey que no quemara el rollo, pero no les hizo caso. Ninguno de los otros dignatarios del rey dio señales de temor o ira por lo que había hecho.

26. Entonces el rey ordenó a Jeramel, su hijo, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, que detuvieran a Baruc y a Jeremías. Pero el SEÑOR los ocultó.

27. Después que el rey quemó el rollo, el SEÑOR le dijo a Jeremías:

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