5. sino que morirás tranquilamente y con honor entre tu pueblo, y ellos quemarán incienso en recuerdo tuyo, así como hicieron por tu padre. Llorarán por ti y dirán: «¡Ay, nuestro rey ha muerto!» Así lo he decretado, dice el SEÑOR.
6. Así dio Jeremías el mensaje al rey Sedequías.
7. Por entonces el ejército babilónico sitiaba a Jerusalén, Laquis y Azeca, las únicas ciudades amuralladas de Judá que aún quedaban en pie.
8. Este es el mensaje del SEÑOR que llegó a Jeremías después de que el rey Sedequías de Judá había libertado a todos los esclavos de Jerusalén.