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Jeremías 32:1-18 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. El SEÑOR dio a Jeremías el siguiente mensaje el décimo año del reinado de Sedequías, rey de Judá (decimoctavo año del reinado de Nabucodonosor),

2-3. cuando estaba Jeremías preso en el calabozo subterráneo del palacio, mientras el ejército de Babilonia sitiaba a Jerusalén. El rey Sedequías lo había puesto allí porque seguía profetizando que la ciudad sería conquistada por el rey de Babilonia,

4. y que el rey Sedequías sería capturado y llevado prisionero ante el rey de Babilonia para ser enjuiciado y sentenciado.

5. «Te llevará a Babilonia y te encarcelará por muchos años hasta que mueras. ¿Para qué ir contra los hechos? ¡No podrás triunfar! ¡Ríndete ahora!», le había dicho Jeremías una y otra vez.

6-7. Luego vino a Jeremías este mensaje del SEÑOR: Tu primo Janamel, hijo de Salún, llegará pronto a pedirte que le compres la finca que tiene en Anatot, pues por ley te corresponde la oportunidad de comprarla antes de ofrecérsela a cualquier otro.

8. Llegó pues Janamel como lo había predicho el SEÑOR y lo visitó en la cárcel.—Cómprame el campo que tengo en Ananot, en la región de Benjamín, dijo, pues la ley te da prioridad para comprarla.Así tuve la certeza de que el mensaje que había oído era realmente del SEÑOR.

9. Compré entonces el campo, pagándole a Janamel doscientos cuatro gramos de plata.

10. Firmé y sellé el documento de la compra ante testigos, pesé la plata y le pagué.

11. Luego tomé el documento sellado que contenía términos y condiciones, y tomé también la copia sin sellar,

12. y públicamente, en presencia de mi primo Janamel y de los testigos que habían firmado el documento, mientras los guardas de la cárcel observaban, entregué los documentos a Baruc, hijo de Nerías, quien era hijo de Maseías.

13. Y le dije mientras todos escuchaban:

14. El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Toma el documento sellado y la copia y mételos en una tinaja para que se conserven por mucho tiempo,

15. porque el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, dice: En el futuro, esos documentos serán valiosos; algún día la gente volverá a ser dueña de tierras en este país, y comprará y venderá casas, viñedos y campos.

16. Y después de entregarle los documentos a Baruc, oré así:

17. «¡Oh SEÑOR Dios! Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder; no hay para ti nada demasiado difícil.

18. Eres amoroso y bondadoso para con millares de personas y sin embargo, los hijos y las hijas sufren las consecuencias de las faltas cometidas por sus padres. Tú eres el grande y poderoso Dios, el SEÑOR de los ejércitos.

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