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Jeremías 26:9-17 Nueva Biblia al Día (NBD)

9. ¿Qué derecho tienes para decir que el SEÑOR destruirá este templo como hizo con el de Siló? ¿Qué es eso de que Jerusalén será destruida y nadie se salvará?

10. Cuando los altos dignatarios de Judá oyeron lo que ocurría, acudieron aprisa desde el palacio y se sentaron a la entrada principal del templo para entablar un juicio.

11. Los sacerdotes y los falsos profetas presentaron sus cargos contra Jeremías ante los dignatarios y el pueblo:—Este hombre merece morir, decían. Con sus propios oídos han oído su traición, pues ha declarado que esta ciudad será destruida.

12. Jeremías habló en defensa propia:—Ha sido el SEÑOR quien me ha enviado para anunciar la destrucción de este templo y esta ciudad. Él me dio cada una de las palabras que he pronunciado.

13. Pero si dejan de cometer tantas maldades y comienzan a seguir las instrucciones del SEÑOR su Dios, él revocará todo el castigo que ha anunciado contra ustedes.

14. En lo que a mí toca, indefenso estoy en poder de ustedes, hagan de mí lo que quieran.

15. Pero una cosa sí les digo: Si me matan serán culpables de la muerte de un inocente, y la responsabilidad recaerá sobre esta ciudad y cuantos en ella viven, porque es absolutamente cierto que el SEÑOR fue quien me envió a decir cada una de las palabras que de mí han oído.

16. Los dignatarios y el pueblo dijeron al sacerdote y a los falsos profetas:—Este hombre no es digno de muerte, pues nos ha hablado en nombre del SEÑOR nuestro Dios.

17. Entonces uno de los sabios ancianos se puso de pie y habló a todo el pueblo que lo rodeaba:

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