5. Porque llegará un día, dice el SEÑOR, en que pondré como rey en el trono del rey David una Rama justa. Será un Rey que gobierne con sabiduría y rectitud, que hará que la justicia sea la norma de todas las personas en la tierra.
6. Se le conocerá como SEÑOR Justicia Nuestra. En aquel tiempo Judá e Israel habitarán en paz y con seguridad.
7. En aquel tiempo, al prestar juramento ya no se dirá: «¡Por el SEÑOR que rescató de Egipto al pueblo de Israel!»,
8. sino que se dirá: «Por el SEÑOR que desde los países del norte donde los había desterrado y trajo a los israelitas de regreso a su patria Israel».
9. Tengo el corazón lleno de dolor, me siento debilitado y confundido como un borracho que es tardo en reaccionar por causa del espantoso destino que les espera a los falsos profetas, porque el SEÑOR ha pronunciado contra ellos palabras terribles de castigo.
10. El país está lleno de adulterio y la tierra hasta parece maldita, completamente reseca. Las personas sólo piensan en cometer maldades, siempre actuando tramposamente.
11. Tanto profetas como sacerdotes son hombres malvados y mentirosos, ¡y hasta cuando están en el templo!, dice el SEÑOR.