36. Por aquí y por allá andas mariposeando de un aliado a otro en busca de socorro, pero de nada te valdrá pues tus nuevos amigos de Egipto te abandonarán como antes lo hizo Asiria.
37. Quedarás desesperada y te cubrirás el rostro con las manos desesperada, porque el SEÑOR ha rechazado a aquéllos en quienes confías. No triunfarás por más que te ayuden.