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Jeremías 15:10-17-18 Nueva Biblia al Día (NBD)

10. Entonces Jeremías dijo: «¡Qué tristeza tengo, madre mía! ¡Parece que nací sólo para sufrir y ser criticado por toda la gente! Porque donde quiera que voy me detestan. No soy ni acreedor pronto a cobrar una hipoteca ni deudor moroso, y sin embargo, todos me maldicen.

11. ¡Tú sabes, SEÑOR, cómo ante ti he intercedido por ellos, cómo te he suplicado que libres a estos enemigos míos cuando estaban en apuros!»

12-13. ¿Podrá alguien ser capaz de romper barras de hierro o de bronce del norte? ¡Claro que no! Así pues, por todas sus malas acciones en mi contra, entregaré a su enemigo como botín su riqueza y tesoros.

14. Haré que sus enemigos se los lleven como esclavos a una tierra donde nunca han estado, porque han hecho explotar mi cólera y ahora sufrirán las consecuencias.

15. Entonces Jeremías respondió: «¡SEÑOR, tú sabes que es por amor a ti que padezco! Me persiguen porque les he comunicado tus mensajes. ¡No dejes que me maten! ¡Líbrame de sus garras y dales su merecido!

16. Son tus palabras las que me dan ánimo y consuelo; ellas son como alimento para mi vida desesperada, traen alegría a mi corazón triste y me deleitan. ¡Qué orgulloso estoy de contribuir para que tu nombre se vuelva más famoso, oh SEÑOR de los ejércitos!

17-18. No he participado de los alegres festines del pueblo, más bien me he apartado de ellos enojado por sus malas conductas, lleno de indignación. ¿No dejarán jamás de perseguirme? ¡Es que a veces siento que no hay remedio para mis males y en ocasiones te siento indiferente a mi dolor!

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