18. Yo bien veo lo que hacen, sé lo que piensan, de modo que congregaré a todas las naciones y pueblos contra Jerusalén, en donde contemplarán mi gloria.
19. Realizaré un portentoso milagro contra ellos, y enviaré a los que escapen como misioneros a las naciones: a Tarsis, Fut, Lud, Mesec, Rosh, Tubal, Javán y a las tierras de ultramar que no han oído mi fama ni visto mi gloria. Ahí anunciarán mi gloria a los gentiles.
20. También traerán de regreso a sus hermanos que están entre todas las naciones como obsequio para el SEÑOR, transportándolos suavemente, a caballo y en carrozas, en literas, a lomo de mula y en camellos, a mi santo monte, a Jerusalén, dice el SEÑOR. Será como ofrenda que fluye al templo del SEÑOR en tiempos de cosecha, llevados como si fueran en vasos consagrados al SEÑOR.
21. Y nombraré a algunos de los que regresen como sacerdotes míos y levitas, dice el SEÑOR.
22. Tan ciertamente como mi nuevo cielo y nueva tierra permanecerán, así serán ustedes para siempre pueblo mío, con un nombre que jamás perecerá.
23. Toda la humanidad llegará a adorarme semana a semana y mes a mes.
24. Y saldrán y mirarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí, porque el gusano de ellos no morirá jamás, el fuego de ellos no se apagará, y serán un repulsivo espectáculo para toda la humanidad.