11. Dan rugidos como osos hambrientos; se quejan con gemidos lastimeros como palomas. Buscan a Dios para que los proteja, pero él se abstiene, él les ha vuelto la espalda,
12. porque sus pecados siguen amontonándose en presencia del justo Dios, y dan testimonio en contra suya.Ustedes mismos dicen: Sí, sabemos lo pecadores que somos,
13. conocemos nuestra desobediencia, hemos negado al SEÑOR Dios nuestro. Sabemos lo rebeldes e injustos que somos, pues minuciosamente tramamos nuestras mentiras.
14. Nuestros tribunales se oponen a la justicia y se desconoce en ellos la imparcialidad. La verdad cae muerta en las calles y la justicia no tiene lugar en sus vidas.
15. ¡Sí, desapareció la verdad y a todo el que se aparta del mal, lo despojan de todo! El SEÑOR contempló todo este mal y le desagradó ver que no se tomaban medidas contra el pecado.
16. Se asombró de que nadie interviniera y decidió salvarlos con su poder y su justicia.