21. Pero escuchen esto, ustedes habitantes de Jerusalén que viven tambaleándose de dolor y aflicción, esto dice el Señor,
22. el SEÑOR su Dios, el mismo que defiende a su pueblo: ¡Ya no volveré a tratarlos con ira, ni a castigarlos con severidad! ¡Todo eso se ha terminado!
23. Sí, en cambio, castigaré con la misma severidad a quienes los atormentaron a ustedes y los pisotearon, y pasaron marchando sobre sus espaldas.