1. ¡Escúchenlos cantar! En aquel día toda la tierra de Judá entonará esta canción:«¡Fuerte es nuestra ciudad! ¡Estamos rodeados por los muros de su salvación!»
2. Ábranles a todos las puertas de la ciudad, pues pueden entrar todos cuantos aman al SEÑOR.
3. Él cuidará en perfecta paz a todos los que confían en él y cuyos pensamientos buscan a menudo al SEÑOR.
4. Confíen siempre en el SEÑOR Dios, porque en el Señor hay fortaleza eterna.
5. El SEÑOR humilla a los orgullosos y convierte en polvo a la ciudad altiva; las murallas de ésta se derrumban
6. y él se la entrega a los pobres.
7. Pero el camino de los buenos no es áspero ni empinado; Dios no les da una senda traicionera y áspera, sino una que ha sido por él mismo allanada.