18. el Señor te hará un bodoque en su mano y te lanzará a tierra lejana y estéril! ¡Allá morirás, tú que te crees varón glorioso, tú que deshonras a tu nación!
19. Sí, te echaré de tu puesto, dice el SEÑOR, y te derribaré de tu elevada posición.
20. Y llamaré luego a mi siervo Eliaquín, hijo de Jilcías, para sustituirte.
21. Él tendrá tu uniforme, título y jurisdicción, y será un padre para el pueblo de Jerusalén y para todo Judá.
22. Le daré autoridad sobre todo mi pueblo. Lo que diga él se hará, nadie podrá detenerlo.
23-24. Lo convertiré en fuerte y firme percha que sostenga a mi pueblo. Sobre él echarán carga. Él llevará con toda honra su nombre.
25. Pero aquella otra percha que parece estar tan firme en la pared, el SEÑOR la arrancará. Saldrá y caerá en tierra, y cuanto ella sostenga la acompañará en la caída, porque el SEÑOR ha hablado.