8-9. Coloqué, pues, al vigía sobre la muralla y al fin él gritó:—Señor, día y noche he estado aquí en mi puesto; ahora por fin, ¡mire! ¡Allá vienen jinetes apareados!Entonces oí una voz que clamaba:—¡Cayó, cayó Babilonia, y todos los ídolos de Babilonia yacen despedazados por tierra!
10. ¡Oh pueblo mío, trillado y aventado, les he dicho cuanto el SEÑOR todopoderoso, el Dios de Israel, ha dicho!
11. Este es el mensaje de Dios para Edom:Alguien de entre ustedes continuamente me llama: «Guarda, ¿qué de la noche? Guarda, ¿qué de la noche? ¿Cuánto tiempo falta?»
12. El guarda responde: «El día de su juicio está amaneciendo. Vuélvanse a Dios para que yo pueda darles mejores noticias. Búsquenlo, y luego vuelvan a preguntar».