9. Grandes y pequeños, todos se inclinan religiosamente ante ellos; por este pecado no los perdones.
10. Huyan a las cuevas de las rocas y ocúltense aterrorizados de su gloriosa majestad,
11. porque el día viene en que sus altivas miradas serán humilladas; sólo el SEÑOR será exaltado.
12. En aquel día el SEÑOR todopoderoso marchará contra los orgullosos y altivos y los humillará hasta que estén postrados en el polvo.
13. Todos los altos cedros del Líbano y las poderosas encinas de Basán se van a humillar,