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Isaías 14:8-27 Nueva Biblia al Día (NBD)

8. Hasta los árboles de los bosques —los pinos y cedros del Líbano— entonan este cántico jubiloso: «Quebrantado está tu poder, nadie más nos inquietará; por fin tenemos paz».

9. Los moradores del infierno se apiñan para recibirte cuando entras en su dominio. Caudillos de todo el mundo y los más poderosos reyes, muertos hace mucho, están allí para verte.

10. Exclaman a una voz: «¡Ahora eres tan débil como nosotros!»

11. Se esfumaron tu grandeza y poder; contigo quedan enterrados. Cesó toda dulce música en tu palacio; ahora tu sábana son larvas y tu frazada, gusanos.

12. ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido derribado en tierra, tú que fuiste tan poderoso luchando contra las naciones del mundo!

13. Porque te extasiabas pensando: «Subiré al cielo y gobernaré a los ángeles.

14. Treparé hasta lo más elevado del cielo y seré como el Altísimo».

15. Pero en vez de ello, serás hundido en lo más profundo del abismo infernal.

16. Allá todos te mirarán con asombro y preguntarán: «¿Será éste aquel que hacía temblar la tierra y los reinos del mundo?

17. ¿Será éste aquel que destruía el mundo, convirtiéndolo en un degolladero, demoliendo sus grandes ciudades sin tener misericordia de sus prisioneros?»

18. En regia gloria reposan en sus tumbas los reyes de las naciones,

19. pero tu cuerpo está tirado como si fuera rama desgajada; yace en un sepulcro abierto, cubierto por los cadáveres de los muertos en batalla; yace como carroña en el camino, pisoteado y deshecho por los cascos de los caballos.

20. Para ti no habrá monumento, porque has destruido a tu nación y has asesinado a tu pueblo. Tu hijo no te sucederá en el trono.

21. Maten a los hijos de este pecador. No dejen que se levanten a conquistar la tierra ni a reconstruir las ciudades del mundo.

22. Yo mismo me he alzado contra él, dice el SEÑOR todopoderoso, y troncharé a sus hijos y a los hijos de sus hijos para que jamás se sienten en su trono.

23. Convertiré a Babilonia en páramo para los puercos espinos, lleno de pantanos y ciénagas. Barreré el país con escoba de destrucción, dice el SEÑOR todopoderoso.

24. Dios ha jurado hacerlo, diciendo: Tal es mi propósito y mi plan.

25. He resuelto quebrantar el ejército asirio cuando esté en Israel, y aplastarlo en mis montes. Mi pueblo no será más esclavo suyo.

26. Este es mi plan para toda la tierra; lo realizaré por mi gran poder que alcanza toda la redondez del mundo.

27. El SEÑOR, el Dios de la batalla, ha hablado; ¿quién podrá cambiar sus planes? Cuando su mano se mueve, ¿quién puede detenerlo?

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