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Isaías 1:16-28 Nueva Biblia al Día (NBD)

16. ¡Oh, lávense, límpiense! Que no les vea yo nunca más cometer esas maldades; dejen sus malos caminos.

17. Aprendan a hacer el bien, a ser justos y a ayudar a los pobres, a los huérfanos y a las viudas.

18. ¡Vengan y aclaremos las cuentas! —dice el SEÑOR—, por profunda que sea la mancha de sus pecados, yo puedo quitarla y dejarlos tan limpios como la nieve recién caída. ¡Aunque sus manchas sean rojas como el carmesí, yo puedo volverlas blancas como la lana!

19. Si me dejan ayudarlos, que me puedan obedecer, yo los enriqueceré.

20. Pero si continúan volviéndome las espaldas y negándose a escucharme, morirán a manos de sus enemigos. Yo, el SEÑOR, se los aseguro.

21. ¡Oh Jerusalén, que fuiste mi fiel esposa, ahora eres una ramera! ¡Corres tras otros dioses! Fuiste «La Ciudad de la Justicia», pero hoy eres guarida de asesinos.

22. Fuiste como plata purificada, pero ahora estás mezclada con ruin aleación. Fuiste muy pura, pero ahora estás diluida como vino aguado.

23. Tus caudillos son rebeldes, compinches de ladrones; todos son sobornables y no defienden a las viudas ni a los huérfanos.

24. Por tanto, así dice el Señor, el SEÑOR todopoderoso, el Poderoso de Israel, dice: ¡Derramaré mi ira sobre ustedes, enemigos tuyos!

25. Yo mismo los derretiré en la fundición y les sacaré la escoria.

26. Y después les daré buenos jueces y sabios consejeros como los que antes tenían. Entonces nuevamente la ciudad de ustedes se llamará «La Ciudad de la Justicia» y «La Ciudad Fiel».

27. Los que regresen al SEÑOR deben ser justos y buenos, y entonces serán redimidos.

28. Pero todos los pecadores serán totalmente aniquilados, porque rehúsan venir a mí.

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