Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 8:6-18 Nueva Biblia al Día (NBD)

6. Y Él me dijo: Hombre mortal, ¿te das cuenta del sacrilegio que los israelitas están cometiendo? ¿Ves la infidelidad que el pueblo de Israel está cometiendo aquí, para alejarme de mi templo? Pero ven y te mostraré mayores desviaciones».

7. Luego me llevó a la puerta del atrio del templo, donde pude ver un agujero en la pared.

8. Ahora sigue cavando ese agujero en la pared, me dijo. Lo hice y descubrí una puerta hacia una habitación escondida.

9. «Entra, me dijo, y verás toda la colección idolátrica que tanto veneran».

10. Entré. ¡Las paredes estaban cubiertas de cuadros de toda clase de serpientes, lagartos y bestias espantosas, además de otros muchos ídolos venerados por el pueblo de Israel!

11. Setenta de los sabios consejeros de Israel estaban allí junto con Jazanías, hijo de Safán, rindiendo homenaje a las imágenes y las esculturas. Cada uno de ellos tenía un incensario, así que había una espesa nube de humo sobre sus cabezas.

12. Luego el SEÑOR me dijo: «Hombre mortal, ¿te das cuenta de lo que los sabios consejeros de Israel están haciendo en lo oculto? Ellos dicen: “¡El SEÑOR no nos ve, se ha alejado!”»

13. Luego el SEÑOR agregó: «¡Ven y te mostraré cosas aun peores que éstas!»

14. Me llevó a la puerta norte del templo, y allí había mujeres sentadas llorando y presentando sus necesidades ante su dios Tamuz, al que consideran dios de la fertilidad.

15. «¿Te das cuenta de tanta infidelidad?, me preguntó. ¡Pero te mostraré cosas aun peores que éstas!»

16. Luego me llevó al atrio interior del templo y allí junto a la puerta, entre el vestíbulo y el altar de bronce, había unos veinticinco hombres de espaldas al templo del SEÑOR, mirando hacia el oriente, ¡rindiendo homenaje al sol!

17. «¿Te das cuenta de lo que están haciendo?, me preguntó. ¿No significa nada para los hombres principales del pueblo de Judá cometer estos terribles actos, conduciendo a toda la nación a la idolatría? Además que aumentan su provocación haciéndome gestos de burla.

18. ¡Por todo ello no me apiadaré, ni perdonaré, y aunque clamen por misericordia no les tendré lástima!»

Leer capítulo completo Ezequiel 8