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Ezequiel 44:1-13 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Luego el SEÑOR me trajo de vuelta a la entrada oriental del muro exterior, pero estaba cerrada.

2. Y él me dijo: «Esta puerta permanecerá cerrada; jamás será abierta. Ningún hombre pasará a través de ella, pues el SEÑOR, el Dios de Israel, entró por allí y, por tanto, permanecerá cerrada.

3. Sólo el príncipe —por ser él el príncipe— se sentará allí para comer delante del SEÑOR. Pero entrará y saldrá solamente por la sala de entrada.

4. »Luego me condujo a través del pasillo de entrada del norte hasta el frente del templo. Miré y vi la presencia majestuosa del SEÑOR que llenaba el templo, y caí rostro en tierra».

5. Y el SEÑOR me dijo: «Hombre mortal, presta atención, abre bien tus ojos y oídos. Escucha todo lo que yo digo respecto a las leyes y ordenanzas relativas al templo del SEÑOR. Presta atención en cuanto a quiénes pueden ser admitidos al templo, y quiénes han de estar excluidos de él.

6. »Y di a estos tercos, los pueblo de Israel: El SEÑOR Dios dice: “¡Oh israelitas, han hecho maldades en gran manera,

7. permitiendo que los paganos entraran en mi santuario —aquellos cuyo corazón no se interesa en Dios— cuando me ofrecen mi comida, la grasa y la sangre! Así han roto mi convenio, además de todas las demás maldades que han cometido.

8. No han observado las leyes que yo les di respecto a estas cosas exclusivas, pues han empleado extranjeros para que se hagan cargo de mi santuario”.

9. »El SEÑOR Dios dice: “¡Ningún extranjero de los muchos entre ustedes entrará en mi santuario si no ha sido circuncidado y no ama al SEÑOR!

10. Y los hombres de la tribu de Leví, quienes me abandonaron cuando Israel se alejó de Dios para irse hacia los ídolos, deben ser castigados por su falta de fidelidad.

11. Ellos podrán ser guardias y porteros, podrán matar los animales traídos para las ofrendas quemadas y estar presentes para ayudar a la gente.

12. Pero como ellos incitaron a la gente a rendir homenajes a otros dioses, causando que Israel cayera en maldad profunda, he alzado mi mano y jurado, dice el SEÑOR Dios, que ellos deben ser castigados.

13. Ellos no se acercarán a mí para oficiar como sacerdotes; ellos no pueden tocar ninguna de mis cosas exclusivas, pues deben llevar su vergüenza por todas las maldades que han cometido.

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