17. Luego el SEÑOR dijo esto:
18-20. «Hombre mortal, el pueblo de Israel es como la escoria sin valor que queda cuando la plata es fundida. Es como la hez compuesta de bronce, estaño, hierro y plomo. Por lo tanto el SEÑOR Dios dice: Por cuanto ustedes son escoria sin valor, los traeré a mi crisol en Jerusalén, para fundirlos con el fuego de mi cólera.
21. Soplaré con ese fuego sobre ustedes hasta que sean fundidos,
22. y se fundirán como la plata en el calor intenso, y sabrán que yo, el SEÑOR, he desahogado mi cólera sobre ustedes».