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Deuteronomio 28:51-67 Nueva Biblia al Día (NBD)

51. Comerán de lo que haya en tu casa hasta que se hayan agotado el ganado y las cosechas. Desaparecerá el grano, el vino nuevo, los cabritos y los corderos.

52. Esa nación pondrá sitio a tus ciudades y derribará tus murallas altas, en las cuales confiaste creyendo que serían tu protección.

53. Llegarás aun a comer la carne de tus hijos e hijas en los terribles días del sitio que está por delante.

54. Los hombres más sensibles que moran contigo se endurecerán contra sus propios hermanos, contra sus padres, y contra sus esposas y contra los hijos que aún estén vivos.

55. Se negarán a darles parte de la carne que están devorando —carne de sus propios hijos— porque estarán muertos de hambre en medio del sitio de tus ciudades.

56-57. La mujer más tierna y delicada de tu pueblo, que no se habría atrevido a posar su pie desnudo en tierra, no querrá compartir su comida con el esposo que ama, ni con su hijo, ni con su hija. Esconderá de ellos la placenta y el bebé que acaba de nacer a fin de comérselo ella sola. Tan terrible será el hambre que habrá en el sitio y la terrible angustia causada por tus enemigos en tus puertas.

58. »Si te niegas a obedecer todas las leyes escritas en este libro, rechazando la reverencia y la gloria que merece el nombre del SEÑOR tu Dios.

59. El SEÑOR enviará plagas perpetuas sobre ti y tus hijos.

60. Traerá sobre ti todas las enfermedades de Egipto que tanto temes, y asolarán la tierra,

61. y eso no será todo: El SEÑOR traerá también sobre ti toda enfermedad y plaga existente, aun aquellas que no están mencionadas en este libro, hasta que hayas sido destruido.

62. En lugar de llegar a ser numerosos como las estrellas, quedarán pocos de ustedes. Todo esto ocurrirá si no obedeces al SEÑOR tu Dios.

63. »Así como el SEÑOR se ha agradado de ti y ha hecho tantas cosas maravillosas por ti y te ha multiplicado, se gozará entonces en destruirte, y desaparecerás de la tierra.

64. Porque el SEÑOR te esparcirá en medio de todas las naciones, de uno a otro extremo de la tierra. Allí adorarás dioses paganos que ni tú ni tus antepasados han conocido, dioses hechos de madera y de piedra.

65. No tendrás reposo entre esas naciones, sino que el SEÑOR pondrá cobardía en tu corazón, y quedarás en tinieblas con el cuerpo gastado por la tristeza y el temor.

66. Tu vida penderá de un hilo. Vivirás noche y día lleno de temor, y no tendrás motivo para pensar que verás la luz del día siguiente:

67. En la mañana dirás: “Ojalá pueda vivir hasta la noche”. Y en la noche dirás: “Ojalá pueda vivir hasta mañana”. Dirás esto porque estarás rodeado de temor, y el miedo se adueñará de tu corazón.

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