40. Por eso se dirigió a los de la antigua generación y les dijo: Ya que así lo desean, ¡regresen al desierto, camino del Mar Rojo!”.
41. »Entonces ellos confesaron: “Hemos pecado; entraremos en la tierra y pelearemos por ella como el SEÑOR nuestro Dios nos ha dicho”. Se armaron, pues, pensando que sería fácil conquistar la región.
42. Pero el SEÑOR me dijo: “Ordénales que no lo hagan, porque no iré con ellos; ¡serán derrotados!”.
43. »Pero los israelitas no quisieron escuchar. En abierta rebelión contra el mandato del SEÑOR, subieron a los montes a pelear.
44. Pero los amorreos que vivían allí salieron a presentarles batalla y, como avispas, los persiguieron desde Seír hasta Jormá y mataron a muchos de ellos.
45. Luego regresaron y lloraron delante del SEÑOR, pero no los escuchó.
46. Tuvieron que permanecer en Cades largo tiempo.