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Deuteronomio 1:14-30 Nueva Biblia al Día (NBD)

14. »Ellos estuvieron de acuerdo con esto.

15. Entonces tomé los hombres que eligieron, varios de cada tribu, y los señalé como jefes administrativos a cargo de mil, de cien, de cincuenta y de diez para decidir en sus dificultades y ayudarles en todo.

16. Les di órdenes de que fueran perfectamente justos en todo tiempo con sus hermanos y aun con los extranjeros.

17. “Cuando tomen decisiones”, les dije; “no favorezcan a un hombre porque sea rico; sean justos con el grande y con el pequeño. No teman si a ellos no les agrada el fallo de ustedes, porque ustedes son jueces en el nombre de Dios. Los casos demasiado difíciles tráiganmelos a mí, y yo los resolveré”.

18. Les di además varias otras instrucciones para ustedes.

19-21. »Luego nos alejamos del monte Horeb y viajamos a través del desierto grande y terrible, y llegamos finalmente a las montañas de los amorreos a las cuales el SEÑOR nuestro Dios nos había dirigido. Estábamos entonces en Cades Barnea (en el Límite con la Tierra prometida) y le dije al pueblo: “El SEÑOR, el Dios de nuestros antepasados, nos ha dado esta tierra. Vayan y poséanla como él nos ha dicho. No teman, ni duden”.

22. »Pero los israelitas replicaron: “Deja que primero enviemos espías para descubrir el mejor camino de entrada y para decidir qué ciudades debemos capturar en primer lugar”.

23. »Esto me pareció bien, por lo que elegí doce espías, uno de cada tribu.

24-25. Los espías cruzaron las colinas y llegaron al valle de Escol, y volvieron con muestras de las frutas que allí se producían. Una sola mirada bastó para convencernos de que la tierra que el SEÑOR nos había dado era una tierra buena.

26. »Pero el pueblo no quiso entrar y se rebeló contra el mandamiento del SEÑOR.

27. Todos a una sola voz murmuraron y se quejaron en sus tiendas y dijeron: “El SEÑOR debe aborrecernos pues nos ha sacado de Egipto para ser asesinados en el desierto por estos amorreos.

28. ¿A dónde vamos a entrar? Nuestros hermanos que han visitado la tierra nos han atemorizado con todo lo que nos contaron. Dicen que la gente de esa tierra es alta y fuerte, y que los muros de sus ciudades llegan hasta el cielo. Por si fuera poco, han visto gigantes allí: los descendientes de Anac”.

29. »Pero yo les dije: “No teman.

30. El SEÑOR nuestro Dios irá delante, y peleará por ustedes como lo hizo en Egipto.

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