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2 Samuel 16:7-8-21 Nueva Biblia al Día (NBD)

7-8. —¡Largo de aquí, asesino sanguinario! ¡El SEÑOR te está castigando por haber asesinado a Saúl y a toda su familia! ¡Tú le quitaste el trono, y ahora el SEÑOR se lo ha dado a tu hijo Absalón! ¡Por fin probarás tu propia medicina, asesino!

9. —¿Por qué ese perro muerto maldice a mi señor, el rey? —preguntó Abisay hijo de Sarvia—. ¡Déme permiso para ir y cortarle la cabeza!

10. —No —dijo el rey—. Si el SEÑOR le ha permitido que me maldiga, ¿quién soy yo para oponerme?

11. Mi propio hijo está tratando de matarme, y este benjaminita solamente me maldice. Déjenlo tranquilo, porque sin duda el SEÑOR le ha dicho que lo haga.

12. Quizá el SEÑOR tenga en cuenta mi profundo dolor, y en vez de maldiciones envíe bendiciones sobre mí.

13. David y sus hombres siguieron su marcha, y Simí los siguió hasta una colina cercana, maldiciendo y arrojando piedras contra David y lanzando polvo al aire.

14. El rey y todos los que estaban con él llegaron extenuados a Bajurín, de modo que descansaron allí.

15. Mientras tanto, Absalón y sus hombres llegaron a Jerusalén acompañados por Ajitofel.

16. Cuando el amigo de David, Husay el arquita llegó, fue inmediatamente a ver a Absalón.—¡Que Dios dé larga vida al rey! —exclamó—. ¡Que viva el rey!

17. —¿Es ésta tu manera de tratar a tu amigo David? —le preguntó Absalón—. ¿Por qué no te fuiste con él?

18. —Porque yo trabajo para el hombre que ha sido escogido por el SEÑOR y por Israel —respondió Husay—.

19. Debo estar aquí. Yo ayudé a su padre y ahora lo serviré a usted.

20. Absalón se volvió a Ajitofel y le preguntó:—¿Qué debo hacer ahora?

21. Ajitofel le dijo:—Vaya y acuéstese con las concubinas que su padre dejó cuidando el palacio. Así todo Israel sabrá que usted ha insultado al rey David y que no hay posibilidad de reconciliación. Entonces todos los que están apoyándolo a usted se sentirán más seguros.

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