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2 Samuel 16:10-21 Nueva Biblia al Día (NBD)

10. —No —dijo el rey—. Si el SEÑOR le ha permitido que me maldiga, ¿quién soy yo para oponerme?

11. Mi propio hijo está tratando de matarme, y este benjaminita solamente me maldice. Déjenlo tranquilo, porque sin duda el SEÑOR le ha dicho que lo haga.

12. Quizá el SEÑOR tenga en cuenta mi profundo dolor, y en vez de maldiciones envíe bendiciones sobre mí.

13. David y sus hombres siguieron su marcha, y Simí los siguió hasta una colina cercana, maldiciendo y arrojando piedras contra David y lanzando polvo al aire.

14. El rey y todos los que estaban con él llegaron extenuados a Bajurín, de modo que descansaron allí.

15. Mientras tanto, Absalón y sus hombres llegaron a Jerusalén acompañados por Ajitofel.

16. Cuando el amigo de David, Husay el arquita llegó, fue inmediatamente a ver a Absalón.—¡Que Dios dé larga vida al rey! —exclamó—. ¡Que viva el rey!

17. —¿Es ésta tu manera de tratar a tu amigo David? —le preguntó Absalón—. ¿Por qué no te fuiste con él?

18. —Porque yo trabajo para el hombre que ha sido escogido por el SEÑOR y por Israel —respondió Husay—.

19. Debo estar aquí. Yo ayudé a su padre y ahora lo serviré a usted.

20. Absalón se volvió a Ajitofel y le preguntó:—¿Qué debo hacer ahora?

21. Ajitofel le dijo:—Vaya y acuéstese con las concubinas que su padre dejó cuidando el palacio. Así todo Israel sabrá que usted ha insultado al rey David y que no hay posibilidad de reconciliación. Entonces todos los que están apoyándolo a usted se sentirán más seguros.

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