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2 Reyes 5:6-14 Nueva Biblia al Día (NBD)

6. La carta dirigida al rey de Israel decía: «El hombre que lleva esta carta es mi siervo Naamán. Quiero que lo sanes de la lepra».

7. Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó su ropa, y dijo: «¡Este hombre me manda a un leproso para que lo sane! ¿Acaso soy Dios, para matar y dar la vida? ¡Ese rey solo está buscando un pretexto para invadirnos nuevamente!»

8. Pero cuando el profeta Eliseo oyó lo que le ocurría al rey de Israel, le envió este mensaje: «¿Por qué estás tan confundido? Envíame a Naamán, y él sabrá que hay profeta de Dios en Israel».

9. Naamán llegó con sus caballos y carros, y se paró a la puerta de la casa de Eliseo.

10. Entonces el profeta le mandó a decir que fuera a lavarse siete veces en el río Jordán, y que así sanaría de su lepra.

11. Pero Naamán se enojó, y se fue. «¿Qué les parece? —dijo—. Yo pensaba que, por lo menos, el profeta saldría y me hablaría. Pensé que levantaría la mano sobre la lepra, invocaría el nombre del SEÑOR su Dios, y me sanaría.

12. Los ríos Abaná y Farfar, de Damasco, son mucho mejores que todos los ríos de Israel juntos. Si de ríos se trata, yo me lavaré en ellos y me libraré de mi lepra».Se marchó furioso.

13. Pero sus criados le dijeron: «Si el profeta le hubiera pedido que hiciera algo extraordinario, ¿no lo habría hecho? Debiera obedecerle, pues lo único que le ha dicho es que vaya y se lave, para que quede sano».

14. Entonces Naamán fue al río Jordán, se sumergió siete veces, como el profeta le había dicho, y su carne quedó tan sana como la de un niño.

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