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2 Reyes 4:35-44 Nueva Biblia al Día (NBD)

35. El profeta se bajó de la cama y caminó de un lado a otro de la casa por un rato. Volvió a subir y se acostó otra vez sobre el niño. Esta vez el niño estornudó siete veces y abrió los ojos.

36. Entonces el profeta llamó a Guiezi:—Llama a la mujer —le dijo.Y cuando ella entró, Eliseo le dijo:—¡Aquí está tu hijo!

37. Ella se tiró a sus pies, tomó a su hijo, y salió.

38. Eliseo regresó a Guilgal. Había hambre en la tierra. Un día, mientras enseñaba a los jóvenes profetas, le dijo a Guiezi:—Haz un guiso para que cenen estos hombres.

39. Uno de los jóvenes fue al campo a buscar verduras y regresó con algunas calabazas silvestres, las partió y las puso en una olla, sin saber que eran venenosas.

40. Pero después que los hombres comieron un poco, gritaron:—¡Señor, el guiso de la olla es venenoso!

41. —Tráiganme un poco de harina —dijo Eliseo.La puso dentro de la olla, y dijo:— Ya todo está bien, así que pueden servirle a todos para que coman.Así que todos comieron, sin sufrir ningún daño.

42. Un día, un hombre de Baal Salisá le llevó a Eliseo una bolsa con veinte panes de cebada, hechos con los primeros granos de la cosecha. Eliseo le dijo a Guiezi que repartiera los panes entre los jóvenes profetas para que comieran.

43. —¿Qué? —exclamó Guiezi—. ¿Darle de comer a cien hombres con sólo esto? Pero Eliseo le dijo:—Hazlo, porque el SEÑOR dice que habrá suficiente para todos, y que aun sobrará.

44. Y sucedió exactamente como el SEÑOR había dicho.

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