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2 Reyes 4:26-34 Nueva Biblia al Día (NBD)

26. Corre a encontrarla y pregúntale qué le pasa. Pregúntale si está bien su marido, y si el niño está bien.—Sí —le dijo ella a Guiezi—. ¡Todo está bien!

27. Pero cuando llegó ante Eliseo, se arrojó al suelo delante de él y se abrazó a sus pies. Guiezi se acercó para apartarla, pero el profeta le dijo:—Déjala. Es que tiene un gran pesar, y el SEÑOR no me ha revelado de qué se trata.

28. —Fue usted quien me dijo que tendría un hijo —le dijo por fin ella—, y yo le rogué que no se burlara de mí.

29. —¡Rápido, toma mi vara! —le dijo Eliseo a Guiezi—. ¡No hables con nadie a lo largo del camino! ¡Date prisa! Al llegar, pon la vara sobre el rostro del niño.

30. Pero la madre del niño dijo:—¡Le juro que si no me acompaña, no me iré de aquí! De eso puede estar tan seguro como que el SEÑOR y usted viven.Entonces Eliseo fue con ella.

31. Guiezi fue adelante y puso la vara en el rostro del niño, pero nada ocurrió. No dio señales de vida. Regresó a encontrar a Eliseo y le dijo:—El niño aún está muerto.

32. Cuando Eliseo llegó, el niño estaba acostado, sin vida, sobre la cama del profeta.

33. Él entró, cerró la puerta y oró al SEÑOR.

34. Luego se tendió sobre el cuerpo del niño, y colocó su boca sobre la boca del niño, y sus ojos sobre los ojos del niño, y sus manos sobre las manos del niño. El cuerpo del niño comenzó a calentarse nuevamente.

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