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2 Reyes 4:20-30 Nueva Biblia al Día (NBD)

20. Él se lo llevó para la casa, y la madre lo tuvo en sus brazos; pero hacia el mediodía murió.

21. Ella lo acostó entonces en la cama del profeta, y cerró la puerta.

22. Luego envió un mensaje a su marido:—Envía a uno de los siervos con un burro para que me acompañe a ver al profeta.

23. —¿Por qué hoy? —le preguntó—. No es día de fiesta religiosa.Pero ella le dijo:—Es importante. Debo ir.

24. Enseguida, la mujer hizo ensillar el burro, y le dijo al criado:—¡Anda, vamos rápido! No te detengas en el camino, a menos que yo te lo ordene.

25. Cuando se acercaban al monte Carmelo, Eliseo la vio a la distancia, y le dijo a Guiezi:—Mira, allá viene la sunamita.

26. Corre a encontrarla y pregúntale qué le pasa. Pregúntale si está bien su marido, y si el niño está bien.—Sí —le dijo ella a Guiezi—. ¡Todo está bien!

27. Pero cuando llegó ante Eliseo, se arrojó al suelo delante de él y se abrazó a sus pies. Guiezi se acercó para apartarla, pero el profeta le dijo:—Déjala. Es que tiene un gran pesar, y el SEÑOR no me ha revelado de qué se trata.

28. —Fue usted quien me dijo que tendría un hijo —le dijo por fin ella—, y yo le rogué que no se burlara de mí.

29. —¡Rápido, toma mi vara! —le dijo Eliseo a Guiezi—. ¡No hables con nadie a lo largo del camino! ¡Date prisa! Al llegar, pon la vara sobre el rostro del niño.

30. Pero la madre del niño dijo:—¡Le juro que si no me acompaña, no me iré de aquí! De eso puede estar tan seguro como que el SEÑOR y usted viven.Entonces Eliseo fue con ella.

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