3. «Este es un día de tribulación, insulto y deshonra. Es como cuando un niño está a punto de nacer, pero la madre no tiene fuerzas para darlo a luz.
4. Quizás el SEÑOR tu Dios ha oído que el Rabsaces de Asiria desafió al Dios viviente, y lo castigará. Ora por los que todavía quedamos vivos».
5-6. Isaías les contestó a los mensajeros del rey: «Díganle al rey que esto es lo que el SEÑOR le manda a decir: “No te preocupes por los insultos que estos asirios han lanzado contra mí.
7. Haré que el rey de Asiria reciba malas noticias de su tierra y decida regresar; y haré que lo maten cuando llegue a su tierra”».
8. El Rabsaces asirio regresó ante su rey, y lo encontró en Libná, porque se había retirado de Laquis.
9. Poco después le llegó al rey la noticia de que el rey Tiracá, de Etiopía, venía a atacarlo. Antes de partir para hacer frente al ataque, envió este mensaje al rey Ezequías:
10. «No te dejes engañar por ese Dios en quien crees. No le creas cuando dice que nosotros no vamos a conquistar Jerusalén.
11. Tú sabes perfectamente bien lo que los reyes de Asiria han hecho dondequiera que han ido: lo han destruido completamente todo. ¿Por qué tu caso va a ser diferente?