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2 Reyes 19:20-36 Nueva Biblia al Día (NBD)

20. Entonces el profeta Isaías hijo de Amoz envió este mensaje a Ezequías: «El SEÑOR, Dios de Israel dice que ha escuchado tu petición acerca de Senaquerib, rey de Asiria.

21. Y esto es lo que el SEÑOR, decreta contra él:»“La virgen hija de Sión, no te tiene miedo. La hija de Jerusalén te desprecia y se burla de ti.

22. ¿A quién has desafiado e insultado? ¿Contra quién has levantado con soberbia la voz? ¡Es contra el Santo de Israel que lo has hecho!

23. Has dicho con jactancia: ‘Mis carros han conquistado las más altas montañas, ¡hasta la cúspide del Líbano! He cortado sus cedros más altos, he talado sus mejores cipreses, y he conquistado sus fronteras más lejanas.

24. Me he refrescado en los manantiales de los pueblos que he vencido, y he destruido la fortaleza de Egipto con sólo pasar por allí’.

25. »”¿No te has dado cuenta que desde hace mucho, yo, el SEÑOR, es quien te ha dejado hacer estas cosas? Yo ordené que conquistaras todas estas ciudades fortificadas.

26. Por eso, los pueblos que has conquistado no pudieron contra ti. Paralizados de terror y avergonzados, quedaron cual hierba del campo, cual césped tierno, como heno de los terrados que se marchita antes de la cosecha.

27. »”Yo sé todo de ti. Conozco todos tus planes y sé a dónde vas. Además, sé lo que has dicho en contra mía.

28. Debido a tu arrogancia contra mí, voy a poner un garfio en tu nariz, y frenos en tu boca, y te haré regresar por el camino que viniste.

29. »”Y ésta es la prueba de que haré lo prometido:»”Este año mi pueblo comerá el trigo que saldrá espontáneamente, y lo usará como semilla para las siembras del próximo año; y en el tercer año tendrán una cosecha abundante.

30. Pueblo mío, Judá, que has sobrevivido; volverás a echar profundas raíces en la tierra y producirás fruto para el SEÑOR.

31. Un pequeño grupo de mi pueblo se hará fuerte en Jerusalén. El SEÑOR está deseoso de hacer que esto ocurra.

32. »”Y mi decisión en cuanto al rey de Asiria es que no entrará en esta ciudad. No estará delante de ella con escudo, ni tenderá rampas para subir por sus muros, ni disparará una sola flecha contra ella.

33. Volverá por el camino que vino,

34. porque yo descenderé y salvaré a esta ciudad, por amor de mi nombre y por amor de mi siervo David”».

35. Aquella misma noche, el ángel del SEÑOR dio muerte a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio. A la mañana siguiente, el campo estaba lleno de cadáveres.

36. Entonces el rey Senaquerib regresó a Nínive.

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