Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Reyes 17:8-29 Nueva Biblia al Día (NBD)

8. Habían seguido las malas costumbres de las naciones que el SEÑOR había expulsado delante de ellos, y las malas costumbres que habían introducido los reyes de Israel.

9. El pueblo de Israel, además, había hecho secretamente muchas cosas que eran malas. Habían edificado altares a otros dioses, a lo largo de toda la región.

10. Habían puesto altares e ídolos en la cumbre de toda colina y bajo todo árbol frondoso.

11. Habían quemado incienso a los dioses de las naciones a los que el SEÑOR había expulsado de la tierra cuando Israel llegó. El pueblo de Israel, pues, había cometido muchos males, y el SEÑOR estaba enojado con ellos.

12. Habían adorado ídolos, a pesar de las advertencias específicas y repetidas del SEÑOR.

13. Una y otra vez, el SEÑOR había enviado profetas que advirtieran a Israel y a Judá que era necesario que dejaran sus malos comportamientos, que obedecieran los mandamientos que había dado a sus antepasados por medio de los profetas.

14. Pero Israel no prestó atención. El pueblo fue tan soberbio como sus antepasados, y se negó a creer en el SEÑOR su Dios.

15. Rechazaron sus leyes y el pacto que había hecho con sus antepasados, y despreciaron todas sus advertencias. En su rebeldía adoraron ídolos paganos, como las naciones vecinas, a pesar de las reiteradas advertencias del SEÑOR.

16. Desobedecieron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, e hicieron dos becerros de oro fundido. Hicieron ídolos abominables y vergonzosos, y adoraron a Baal, y a todos los astros del cielo.

17. Llegaron aun a sacrificar en el fuego a sus propios hijos e hijas como ofrenda a sus dioses, consultaron a adivinos, practicaron la magia y se vendieron a sí mismos al mal. Por eso el SEÑOR se enojó con ellos.

18. Tanto fue el enojo del SEÑOR contra los israelitas que dejó que se los llevaran lejos de su tierra. Tan solo dejó a la tribu de Judá.

19. Pero ni aun los de Judá obedecieron los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que anduvieron en las malas costumbres que Israel había introducido.

20. Entonces el SEÑOR desechó a todos los descendientes de Jacob. Los castigó entregándolos en manos de sus enemigos, y dejó que fueran llevados lejos de su tierra.

21. Cuando el SEÑOR permitió que los israelitas no reconocieran como rey a un descendiente de David, ellos pusieron por rey a Jeroboán hijo de Nabat. Fue precisamente Jeroboán el que hizo que los israelitas cometieran el gran pecado de alejarse del SEÑOR.

22. Y el pueblo de Israel no dejó de hacer las cosas malas que Jeroboán le había enseñado,

23. hasta que el SEÑOR, finalmente, los arrojó lejos de su presencia, cumpliendo así lo que había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Israel fue llevado cautivo a Asiria, donde está hasta estos días.

24. El rey de Asiria llevó habitantes de Babilonia, Cuta, Ava, Jamat, y Sefarvayin, y los instaló en las ciudades de Samaria, en lugar del pueblo de Israel. Los asirios, pues, tomaron posesión de Samaria y de las demás ciudades de Israel.

25. Pero como estos nuevos habitantes no adoraban al SEÑOR, él envió leones que mataron a muchos de ellos.

26. Entonces, le enviaron este mensaje al rey de Asiria: «La gente que desterró en las ciudades de Samaria no conoce las leyes del dios de esta tierra, y él ha enviado leones para que los maten».

27-28. El rey de Asiria ordenó entonces a uno de los sacerdotes exiliados de Samaria que regresara a Israel y enseñara a los nuevos residentes las leyes del Dios de la tierra. Un sacerdote, pues, regresó a Betel y enseñó a la gente de Babilonia la manera de adorar al SEÑOR.

29. Pero estos extranjeros también adoraban a sus propios dioses, a los que pusieron en los altares de las colinas, cerca de sus ciudades.

Leer capítulo completo 2 Reyes 17