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1 Reyes 8:1-18 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Luego Salomón convocó en Jerusalén a todos los ancianos de Israel, los jefes de las tribus y clanes para que presenciaran el acto del traslado del cofre del pacto del SEÑOR desde el santuario en Sión, la ciudad de David.

2. Esta celebración ocurrió en la fiesta de las Enramadas, en el mes de etanim, que es el mes séptimo.

3-4. Durante la festividad, los sacerdotes, en presencia de todos los ancianos de Israel, llevaron el cofre, junto con todos los utensilios sagrados que anteriormente habían estado en el santuario.

5. El rey Salomón y toda la gente se reunieron ante el cofre y sacrificaron una cantidad incontable de ovejas y bueyes.

6. Entonces los sacerdotes llevaron el cofre y lo introdujeron en el santuario interior del templo, es decir, en el lugar santísimo, y lo colocaron debajo de las alas de los querubines.

7. Los querubines habían sido construidos de tal manera que sus alas se extendían por sobre el punto en que se colocaría el cofre; así que ahora sus alas cubrían el cofre y las varas que servían para trasladarlo.

8. Las varas eran tan largas que sus puntas podían verse desde el lugar santo, que se hallaba frente al lugar santísimo, pero no se podían ver desde fuera. Y ahí están hasta hoy.

9. Nada había en el cofre en aquel tiempo, salvo las dos tablas de piedra que Moisés había colocado allí en el monte Horeb, cuando el SEÑOR hizo su pacto con el pueblo de Israel después que salieron de Egipto.

10. Y cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, una nube brillante llenó el templo del SEÑOR.

11. Debido a la nube, los sacerdotes no pudieron quedarse para celebrar el culto, pues la gloria del SEÑOR llenaba todo el templo.

12-13. Entonces el rey Salomón oró diciendo: «SEÑOR, tú dijiste que vivirías en la oscuridad más densa; pero, SEÑOR, yo te he edificado esta hermosa casa, para que vivas en ella para siempre».

14. Entonces el rey se dio vuelta y, mirando al pueblo que estaba parado delante de él, lo bendijo, diciendo:

15. «Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha cumplido hoy lo que prometió a mi padre David.

16. Porque le dijo: “Cuando saqué a mi pueblo de Egipto, no escogí ninguna ciudad de las tribus de Israel para que allí se me construyera una casa, pero elegí a un hombre para que gobernara a mi pueblo”.

17. Este hombre fue mi padre David. Él quería edificar una casa para el SEÑOR, Dios de Israel,

18. pero el SEÑOR no se lo permitió. El SEÑOR le dijo: “Me complace que quieras construirme una casa, pero

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